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jueves, 16 de diciembre de 2010

Los Malos de la Literatura

Cada vez son más y más peligrosos. La gente ya empieza a temerles. Se están dando a conocer a base de terror y pánico. Los llaman "Los Malos de la Literatura". Se encargan de destruír todo aquello que tenga que ver con el arte literario. Están muy bien organizados y se dividen en secciones que me propongo exponer a continuación.
"Los Quijotes del Apocalipsis" es el nombre de la facción narrativa de los malos de la literatura. Los asuntos de novelas y relatos son suyos. No se les escapa ninguna obra, ni siquiera las de César Vidal.
Para la poesía tienen un grupo llamado "Los Asesinos de la Brisa Marina bajo el Sollozante Sol de Invierno", que a pesar de su poético y hasta bello nombre pueden ser temibles si encuentran a alguien leyendo o recitando versos de algún buen poeta.
"Los Telones Negros", así se llama la facción de teatro de "Los Malos de la Literatura". Se pueden encontrar en cualquier teatro, escondidos en alguna butaca, arrojando palomitas a los espectadores.

Los Malos de la Literatura empezaron en los aeropuertos. Una mujer sollozando contaba en el Aeropuerto del Prat como uno hombre de los "Quijotes del Apocalipsis"se había acercado a ella mientras estaba inmersa en una apasionante lectura de Paradero Desconocido, de Kressman Taylor, le cogió el marcapáginas y salió corriendo, dejando a la mujer huérfana de marcadores para las apasionantes páginas de Paradero Desconocido.
Hace unos días, en un homenaje de la Universidad de Valladolid a Luis Rosales, cinco integrantes de Los Asesinos de la Brisa Marina bajo el Sollozante Sol de Invierno sacaron pancartas que rezaban incendiaros lemas como "Muerte a la copla manriqueña", "Con el verso libre ya estáis muriendo solos" o la soez "Comparada con la hierba la poesía es una mierda". Acto seguido, recogieron sus cosas y se fueron sin hacer mucho ruido mientras el homenaje continuó sin mayores problemas.
Me acaban de informar de que hace unos minutos Los Telones Negros han actuado en un teatro madrileño, durante la representación de "La Fundación", de Buero Vallejo, un grupo de Telones Negros se levantaron en mitad de la obra y gritaron "¡El asesino es el viejo del ojo vendado!", y huyeron a gran velocidad entre risitas. Los asistentes al teatro se quedaron extrañados pues no había ningún ciego en esa obra, así que supusieron que los Telones Negros habían cometido un error y se habían equivocado de sala.
La gente está atemorizada. Los niños se despiertan cada mañana sudando por si los Malos de la Literatura dan el salto a los libros de texto y, no sé, subrayan (a boli) cosas que no entran para los exámenes.
La rama de juventudes de Los Malos de la Literatura, más allegados a las nuevas tecnologías, ha dado el paso de atacar a los eBooks, quitándole las pilas a todos los que veían.
El pánico se adueña de cada calle, cada biblioteca, cada librería, cada teatro...
Por favor, si van a leer unos versos de Neruda, unos relatos de Cortázar o una obra de Mihura, tengan mucho cuidado, enciérrense en sus casas y bajen las persianas, cojan una linterna y lean bajo sus sábanas. Tal vez así, tal vez, no corran peligro.