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miércoles, 27 de noviembre de 2024

La tienda

Me abro a mí mismo a menudo

y nunca sé si me gusta lo que encuentro.

El escaparate está ordenado y tiene luces

pero el almacén apesta a cerrado.


Vivo de las visitas de gente curiosa

que se interesa por lo que vendo.

Algunos solo se paran segundos

pero otros me regalan su tiempo.


A ellos les debo todo;

les llamo familia, amigos, amores.

Les regalo todo lo que tengo a la venta

pero nunca llegan a pasar al fondo.


Me da pánico abrir esa puerta

y que airee lo imperdonable

que recorra estas calles negras,

y tener que cerrar el escaparate.